Tercer álbum solista de Roque Narvaja, que completa la denominada "trilogía sudamericana" del cantautor, iniciada con "Octubre" (1972) y seguida de "Primavera para un valle de lágrimas" (1973). A diferencia de los discos anteriores, en esta ocación Roque formó su propio grupo de apoyo, que a su vez dio nombre a su nuevo trabajo: "Chimango". El disco profundiza aún mas la fusión del folklore sudamericano, con arreglos de gran riqueza armónica y melódica, donde alterna letras de verdadera poesía política en algunos temas, como románticas y existencialistas en otros.
Yo había empezado una serie de discos. Octubre, con rock y música del altiplano; Primavera para un valle de lágrimas, donde adopto un estilo más pampeano. En Chimango voy a candombe y samba. Y el cuarto que se iba a llamar Amén. En esos años yo estaba en una búsqueda de un sonido propio que tuviese los ingredientes del rock. La franqueza de ciertos acordes, cierto nivel de intensidad y un lenguaje que es parecido al de la copla española, de versos cortos con mucho significado. Quería trabajar en esa dirección. Esa idea es interrumpida porque el censor, director del Comfer en ese momento, iba semana tras semana a la EMI, compañía en la que yo grababa, para decir qué se podía y qué no se podía pasar. Un día dijo que lo mío no se podía pasar, que mis discos tenían que ser retirados de los comercios y que era amigo de gente peligrosa. Evidentemente, tenía que hacer otra cosa. Hice lo que me dijeron, pero cambié de país primero. Vivíamos así. No era algo sorprendente. Lo sabíamos todos aquellos que teníamos una inquietud social. En ese tiempo yo tenía una militancia en la juventud de trabajadores peronistas. Empecé en un sindicato, porque había discusiones políticas y filosóficas que me interesaban mucho, con una organización que se convertiría en la creación de bolsas de trabajo. Como siempre, en ese momento faltaba trabajo. Además, queríamos darle un sentido nacional a la música. Queríamos ser como Brasil, que tenía claramente una música nacional moderna. Algunos hicimos lo que pudimos. Otros, que vinieron después, lo mejoraron. Bueno, a alguien no le gustó y me dijeron que me fuera. Y alguien me protegió también y pude salir sin problemas.
En la década del 70 teníamos una gran cancha para autocensurarnos y éramos más ingenuos en relación con lo que sucedió después. Algunos tuvimos mucha suerte porque el proyecto de exterminio era definitivo. Por eso al mundo civilizado no le gustó. Porque también por otros, como Bosnia y Herzegovina, nadie levantó un dedo. Nosotros defendíamos ideas. Discutíamos ideas y política. No políticos. Hoy esa práctica es impensable. No la veo. Veo que solo se discuten estrategias y fanatismos con lógicas de barrabravas y eso está muy lejos del mundo que nosotros soñamos y, probablemente, jamás veamos".
02- Cuando pasa la tormenta
03- Para Victoria
04- Por la calle candombeando
05- El día que te amé
06- Se viene la sudestada
07- Vacío de ti
08- Consagración
09- Ojos claros, mentes blancas, almas puras
10- Zebedeo y Clara