Inconseguible disco de Pajarito Zaguri, leyenda urbana del rock y bues argentino. Este es su segundo álbum solista, publicado en 1984. Lo acompañan ilustres músico de la zona oeste de Buenos Aires, mas la presencia del histórico baterista Black Amaya y la participación de Claudio Gabis en "Vidala para mi sombra", una estremecedora interpretación del tema de Julio Espinosa en tiempo de blues. Destacan también el rock and roll de "Dime si hay sol", "Maravilloso y real", la sentida balada "Dame tu mejor canción", en un disco muy parejo tanto en su calidad compositiva como interpretativa.
Alberto Ramón García, más conocido como "Pajarito Zaguri", fué un cantante y compositor que integró los primeros grupos que cantaban en castellano en La Cueva. En 1956 se junta con Moris para formar Los Shabaduba. Una década después, ellos encabezan Los Beatniks, la banda que grabó el primer tema de rock argentino: "Rebelde" (1966).
Su mayor éxito fue, probablemente, el disco que grabó junto a Los Náufragos, en 1969. Ese mismo año ganó el Festival de la Música Beat, organizado en el Teatro El Nacional. Pajarito se presentó con La Barra del Chocolate, su grupo soporte, e interpretó el tema "Alza la voz". Pocos años después comenzó con su carrera como solista, grabando varios discos simples, para más tarde formar su banda de apoyo, denominada La Murga del Rock & Roll. Con esta agrupación registró en 1976 su primer disco, en el que colaboraron Pappo y Kubero Díaz. Después de alejarse momentáneamente de los escenarios, regresó en 1981, con un concierto en Obras acompañado por Memphis La Blusera, grupo al que apadrinó y apoyó en sus comienzos. En 1985 volvió a ingresar en un estudio de grabación para registrar un nuevo disco, El Rey criollo del Rock and Roll, que tampoco consiguió buena difusión. Regresó a los escenarios en eventuales zapadas y finalmente se radicó en las Sierras de Córdoba. En 1994 apareció con un nuevo larga duración bajo el brazo. El disco tuvo por titulo "En el 2000 también" y daba muestra de su ingenio al emplear como caja del compacto una pequeña caja de pizza (mancha de aceite incluida), y como stamper del disco el dibujo de una grande de mozzarella. Como regalo incluía un par de escarbadientes. La placa fue grabada con músicos de la talla de Alejandro Medina, Alberto Abuelo, Black Amaya, Carlos "Patán" Vidal, Jorge Pinchevsky, Gabriel Jolivet, Tito "Milanesa" Lanosa y Claudia Puyó, entre muchísimos más. A pesar de su difusión, el material logró escasas ventas. Con el contrato en sus manos recorrió grabadoras y el circuito de pubs, acompañado por eventuales músicos. En Noviembre de 2006 se edita "El mago de los vagos", una recorrida histórica y remasterizada de su obra. Zaguri presenta este disco el sábado 9 de diciembre, en el Teatro Variedades Concert de Capital Federal. Durante 2009 presenta "Sexogenario", un disco donde Pájaro a lo largo de doce canciones repasa varias etapas de su carrera, con bandas como Los Jóvenes Viejos, La Pesada, Los Perros Alfa, Los Flotantes y Los Beatniks.
Pajarito falleció a los 72 años, la mañana del 22 de abril de 2013, en su casa en el barrio de Boedo. Al poco tiempo llegarían homenajes y recuerdos al poeta, bohemio y pionero del rock en español.
Su mayor éxito fue, probablemente, el disco que grabó junto a Los Náufragos, en 1969. Ese mismo año ganó el Festival de la Música Beat, organizado en el Teatro El Nacional. Pajarito se presentó con La Barra del Chocolate, su grupo soporte, e interpretó el tema "Alza la voz". Pocos años después comenzó con su carrera como solista, grabando varios discos simples, para más tarde formar su banda de apoyo, denominada La Murga del Rock & Roll. Con esta agrupación registró en 1976 su primer disco, en el que colaboraron Pappo y Kubero Díaz. Después de alejarse momentáneamente de los escenarios, regresó en 1981, con un concierto en Obras acompañado por Memphis La Blusera, grupo al que apadrinó y apoyó en sus comienzos. En 1985 volvió a ingresar en un estudio de grabación para registrar un nuevo disco, El Rey criollo del Rock and Roll, que tampoco consiguió buena difusión. Regresó a los escenarios en eventuales zapadas y finalmente se radicó en las Sierras de Córdoba. En 1994 apareció con un nuevo larga duración bajo el brazo. El disco tuvo por titulo "En el 2000 también" y daba muestra de su ingenio al emplear como caja del compacto una pequeña caja de pizza (mancha de aceite incluida), y como stamper del disco el dibujo de una grande de mozzarella. Como regalo incluía un par de escarbadientes. La placa fue grabada con músicos de la talla de Alejandro Medina, Alberto Abuelo, Black Amaya, Carlos "Patán" Vidal, Jorge Pinchevsky, Gabriel Jolivet, Tito "Milanesa" Lanosa y Claudia Puyó, entre muchísimos más. A pesar de su difusión, el material logró escasas ventas. Con el contrato en sus manos recorrió grabadoras y el circuito de pubs, acompañado por eventuales músicos. En Noviembre de 2006 se edita "El mago de los vagos", una recorrida histórica y remasterizada de su obra. Zaguri presenta este disco el sábado 9 de diciembre, en el Teatro Variedades Concert de Capital Federal. Durante 2009 presenta "Sexogenario", un disco donde Pájaro a lo largo de doce canciones repasa varias etapas de su carrera, con bandas como Los Jóvenes Viejos, La Pesada, Los Perros Alfa, Los Flotantes y Los Beatniks.
Pajarito falleció a los 72 años, la mañana del 22 de abril de 2013, en su casa en el barrio de Boedo. Al poco tiempo llegarían homenajes y recuerdos al poeta, bohemio y pionero del rock en español.
"La libertad de vivir día a día con lo que se va dando, con los amigos, siguiendo la ruta del “naufragio”. Como Tanguito, llevado por el oleaje del divague, atraído por el magnetismo de las casas en las que hay onda para tomar unos vinos y tocar unos blues, y reírse y hacer el amor. Como en los tiempos de La Cueva y las interminables noches de La Perla del Once, de las que Pájaro fue protagonista esencial, naufragando a los vientos de la poesía y la creatividad.
Hay que recordar que Pájaro encarnó hasta el último día una forma de vida que es una secreta tradición en la cultura popular argentina (y tal vez mundial). Una tradición que recuerda a las peñas en las que “naufragaban” Jaime Dávalos, Cuchi Leguizamón, Manuel Castilla y otros padres de la renovación folklórica, o los cafés en los que hundían su melancolía los primeros poetas del tango, apegados –como Pajarito–, a los adoquines y la noche. O las improvisaciones vitales de un jazzero como Charlie Parker o un blusero como Robert Johnson, marginados en los sótanos tristes del sueño americano.
A diferencia de muchos de los músicos y compositores provenientes de la bohemia, Pájaro nunca la abandonó para profesionalizarse, o –como nos pasa a otros– para aislarse en una vida más solitaria, persiguiendo visiones personales. Pájaro fue, como diría hace años Javier Martínez, “un compositor de calle”, de vereda y esquina, no de laboratorio musical ni estudio de grabación. En sus canciones, gráficas y sentidas, resuenan esos personajes con los que se paraba a charlar, como en el “Blues del diariero” o en “Seis o siete cuadras de la estación”.
Pionero del rock nacional desde el primer día, coautor del Rebelde de Los Beatniks, que –aunque no vendió nada– significó la patada inicial del movimiento nacido en La Cueva y La Perla, la primera vez que se gritó “no quiero ser esclavo de una tradición”.
Gracias a los años de vagabundaje creativo, Pájaro se fue transformando en un icono del rock and roll y el blues argentino con su poesía callejera y las melodías simples apoyadas en bandas formadas por amigos, músicos geniales pero casi desconocidos que pululan en boliches y casas “a seis o siete cuadras” de las estaciones del trajinado y sufrido tren Sarmiento, rumbo al oeste, en Ramos o Morón, en Castelar o Liniers, en Flores o Merlo.
Pájaro supo apoyarse en las notas sostenidas de la milagrosa guitarra de León Vanella, en la armónica de Chupete Milone, en los solos de Bocón Francino o el Conejo Jolivet, en la batería de Marcelo Pucci y el bajo de Néstor Vetere, en tantos otros que forman esa profunda corriente submarina que recorre el rock nacional casi desde sus inicios, el rock del Oeste.
Gracias a esos amigos de barrio pudo hacer un disco sorprendente como En el 2000 (también), con su tapa de caja de pizza (con escarbadientes incluido) y su sonido asombrosamente natural. Pajarito se convirtió en un maestro por fuera del rutilante mundo de show business, con su voz pequeña y su decir espontáneo.
Si existe un rock barrial, un rock que no sólo habla del barrio sino que vive allí, ese rock lo representa Pajarito. Un tipo que empezó frecuentando Mau Mau y otros boliches de alta gama a mediados de los ’60, soñando con ser un playboy como Bob Zaguri, “el que le hace el amor a Brigitte Bardot”, y encontró junto a Moris, Javier Martínez, Tanguito y Pappo el afecto de la divagata por la noche porteña. El rock lo llevó al conurbano, al olor de los malvones, a los amaneceres de casas bajas y calles tranquilas, a los lugares casi secretos en los que, finalmente, pudo descargar su “camión de rock and roll”.
Hay que recordar que Pájaro encarnó hasta el último día una forma de vida que es una secreta tradición en la cultura popular argentina (y tal vez mundial). Una tradición que recuerda a las peñas en las que “naufragaban” Jaime Dávalos, Cuchi Leguizamón, Manuel Castilla y otros padres de la renovación folklórica, o los cafés en los que hundían su melancolía los primeros poetas del tango, apegados –como Pajarito–, a los adoquines y la noche. O las improvisaciones vitales de un jazzero como Charlie Parker o un blusero como Robert Johnson, marginados en los sótanos tristes del sueño americano.
A diferencia de muchos de los músicos y compositores provenientes de la bohemia, Pájaro nunca la abandonó para profesionalizarse, o –como nos pasa a otros– para aislarse en una vida más solitaria, persiguiendo visiones personales. Pájaro fue, como diría hace años Javier Martínez, “un compositor de calle”, de vereda y esquina, no de laboratorio musical ni estudio de grabación. En sus canciones, gráficas y sentidas, resuenan esos personajes con los que se paraba a charlar, como en el “Blues del diariero” o en “Seis o siete cuadras de la estación”.
Pionero del rock nacional desde el primer día, coautor del Rebelde de Los Beatniks, que –aunque no vendió nada– significó la patada inicial del movimiento nacido en La Cueva y La Perla, la primera vez que se gritó “no quiero ser esclavo de una tradición”.
Gracias a los años de vagabundaje creativo, Pájaro se fue transformando en un icono del rock and roll y el blues argentino con su poesía callejera y las melodías simples apoyadas en bandas formadas por amigos, músicos geniales pero casi desconocidos que pululan en boliches y casas “a seis o siete cuadras” de las estaciones del trajinado y sufrido tren Sarmiento, rumbo al oeste, en Ramos o Morón, en Castelar o Liniers, en Flores o Merlo.
Pájaro supo apoyarse en las notas sostenidas de la milagrosa guitarra de León Vanella, en la armónica de Chupete Milone, en los solos de Bocón Francino o el Conejo Jolivet, en la batería de Marcelo Pucci y el bajo de Néstor Vetere, en tantos otros que forman esa profunda corriente submarina que recorre el rock nacional casi desde sus inicios, el rock del Oeste.
Gracias a esos amigos de barrio pudo hacer un disco sorprendente como En el 2000 (también), con su tapa de caja de pizza (con escarbadientes incluido) y su sonido asombrosamente natural. Pajarito se convirtió en un maestro por fuera del rutilante mundo de show business, con su voz pequeña y su decir espontáneo.
Si existe un rock barrial, un rock que no sólo habla del barrio sino que vive allí, ese rock lo representa Pajarito. Un tipo que empezó frecuentando Mau Mau y otros boliches de alta gama a mediados de los ’60, soñando con ser un playboy como Bob Zaguri, “el que le hace el amor a Brigitte Bardot”, y encontró junto a Moris, Javier Martínez, Tanguito y Pappo el afecto de la divagata por la noche porteña. El rock lo llevó al conurbano, al olor de los malvones, a los amaneceres de casas bajas y calles tranquilas, a los lugares casi secretos en los que, finalmente, pudo descargar su “camión de rock and roll”.
Pipo Lernoud (Poeta, periodista, compositor)
Integrantes:
Pajarito Zaguri: Voz
Blck Amaya: Batería
"Blusero" Leon Vanella: Guitarra, piano
Bruno Candia: Guitarra
Anibal Castiglione: Bajo
Músicos Invitados:
Claudio Gabis: Guitarra en "Vidala para mi sombra"
Emilio Villanueva: Saxo tenor en "Maravilloso y real" y "Vidala para mi sombra"
Pajarito Zaguri: Voz
Blck Amaya: Batería
"Blusero" Leon Vanella: Guitarra, piano
Bruno Candia: Guitarra
Anibal Castiglione: Bajo
Músicos Invitados:
Claudio Gabis: Guitarra en "Vidala para mi sombra"
Emilio Villanueva: Saxo tenor en "Maravilloso y real" y "Vidala para mi sombra"
Temas:
01- Rey criollo
02- Dime si hay sol
03- No puedo darte mas que blues
04- Abajo con Lucifer
05- Oh, si esta vida, si, es para mi
06- Pintando un rock and roll
07- Dame tu mejor cancion
08- Maravilloso y real
09- Vidala para mi sombra
10- Ella es America Del Sur
02- Dime si hay sol
03- No puedo darte mas que blues
04- Abajo con Lucifer
05- Oh, si esta vida, si, es para mi
06- Pintando un rock and roll
07- Dame tu mejor cancion
08- Maravilloso y real
09- Vidala para mi sombra
10- Ella es America Del Sur
Formato: Mp3 - 320 Kbps
pass: naveargenta.blogspot
Que buen disco paco! Ojalá hubiera sido más reconocido pajarito, pero creo que al el le importaba poco el reconocimiento, un grande! Paco un mangazo si se puede ¿tenes el disco de la banda argentina SUNRISE? Ojalá lo y lo puedas subir, muchas gracias de antemano y aguante la nave, el mejor blog de rock nacional lejooss! SEBASTIAN
ResponderEliminarGracias por tus palabaras Sebastian!! Sin falsa modestia, yo tambien creo que hoy por hoy es el major sitio de rock rioplatense. Aunque lamentablemete, y después de muchos años de haberlo creado, continua siendo ignorado y ninguneado por los circuitos "oficiales" del rock. Eso sí, todos sacan material de aquí para llenar su propio kiosquito...
EliminarYendo a cosas mas agradables te cuento que el disco de Sunrise lo tengo, pero en calidad media-baja. Si te interesa escribime al correo del blog y te lo mando. naveargenta@gmail.com