En 1982, Juan Carlos Baglietto publicó el emblemático “Tiempos difíciles”, un disco que marcó un antes y un después, convirtiéndose en el primer álbum en la historia del rock argentino en ser certificado disco de oro. Canciones como “Mirta, de regreso”, “Era en abril” o “La vida es una moneda” no paraban de sonar en las radios, en un contexto donde el país atravesaba la triste guerra de Malvinas, último coletazo de una dictadura militar que se hundiría en su propia tragedia.
"Cuando se busca qué se escribió sobre el disco Tiempos difíciles, con el que Juan Carlos Baglietto y compañía se presentaron en sociedad en Buenos Aires primero y de allí al país en 1982, es poco lo que se encuentra y hay que navegar mucho para dar con algo. Fue, en su momento, un disco fugaz para la crítica y prensa pese a la admiración que despertó, pero apenas un poco después produjo el hilo de textos necesario para que un álbum de rock moviera el amperímetro de las novedades como hacía rato no pasaba.
El material resultó tan explosivo como dinamita en una mina. El disco y el encandilador genio de ese hombrecito que cantaba canciones con peso específico musical y poético, que lo grabó junto a una banda de la que emanaba una energía inexplicable, dio lugar a un mito casi como si fuese un pase de magia surgido del interior del país en épocas oscuras, capaz de cautivar distintas audiencias y evocado hasta hoy como carta de presentación de una sangre joven que irrumpía en el rock nacional con sesgos demasiado propios.
Fundamentalmente fueron el tipo de canciones de ese disco, que parecían sonar diferentes a todo lo que se escuchaba entonces y adscritas a un ¿género? no tan fácil de identificar que navegaba entre el rock, el pop, la rítmica urbana con sabor a río, el tango y un folk trastocado, capaz de hacer surgir acordes y progresiones armónicas sumamente seductoras, lo que iba a distinguirlo en el tablero del rock nacional aunque su identidad fuese difícil de definir solamente en esa categoría. Canciones inaugurales donde podía rastrearse tanto un sinfín de influencias como ninguna comprobable aunque daba, a la primera escucha, una sensación de familiaridad.
Allí estaban entonces Mirta, de regreso, de Adrián Abonizio; Era en abril, de Jorge Fandermole; Puñal tras puñal, La vida es una moneda y Sobre la cuerda floja, de Fito Páez, y Dulce pájaro, de Rubén Goldin, canciones que se irían convirtiendo en himnos y que hicieron que Tiempos difíciles consiguiera vender 30 mil copias y fuera el primer álbum debut en alcanzar esa friolera. Un disco que fue oro –el primero de rock argentino– en un contexto por demás de adverso –la Guerra de Malvinas, la declinación de la dictadura que todavía pegaba sus zarpazos–, idéntico al que tuvo el origen de lo que la prensa porteña llamaría Trova Rosarina, cuyos miembros o algunos de ellos coparon el escenario de Obras Sanitarias e hicieron sonar esos temas que hoy siguen emocionando de un modo nada fácil de glosar.
En 1982, a la inmediata censura de la música en inglés durante la Guerra de Malvinas y en paralelo a ese rock nacional que resurgía con conciertos de Almendra –que volvía–, Serú Giran, Vox Dei, Raúl Porchetto, León Gieco y el legendario Moris (que otra vez pisaba suelo patrio), se instalaba un nuevo lenguaje musical de la mano de la new wave, donde el pop pisaba fuerte con bandas como Los Twist que aggiornaban parte de la rítmica de los 60 tornándola superficial y divertida. Ahí, claro, Tiempos difíciles fue un flechazo al corazón de esa escena y la sorpresa del año.
El material resultó tan explosivo como dinamita en una mina. El disco y el encandilador genio de ese hombrecito que cantaba canciones con peso específico musical y poético, que lo grabó junto a una banda de la que emanaba una energía inexplicable, dio lugar a un mito casi como si fuese un pase de magia surgido del interior del país en épocas oscuras, capaz de cautivar distintas audiencias y evocado hasta hoy como carta de presentación de una sangre joven que irrumpía en el rock nacional con sesgos demasiado propios.
Fundamentalmente fueron el tipo de canciones de ese disco, que parecían sonar diferentes a todo lo que se escuchaba entonces y adscritas a un ¿género? no tan fácil de identificar que navegaba entre el rock, el pop, la rítmica urbana con sabor a río, el tango y un folk trastocado, capaz de hacer surgir acordes y progresiones armónicas sumamente seductoras, lo que iba a distinguirlo en el tablero del rock nacional aunque su identidad fuese difícil de definir solamente en esa categoría. Canciones inaugurales donde podía rastrearse tanto un sinfín de influencias como ninguna comprobable aunque daba, a la primera escucha, una sensación de familiaridad.
Allí estaban entonces Mirta, de regreso, de Adrián Abonizio; Era en abril, de Jorge Fandermole; Puñal tras puñal, La vida es una moneda y Sobre la cuerda floja, de Fito Páez, y Dulce pájaro, de Rubén Goldin, canciones que se irían convirtiendo en himnos y que hicieron que Tiempos difíciles consiguiera vender 30 mil copias y fuera el primer álbum debut en alcanzar esa friolera. Un disco que fue oro –el primero de rock argentino– en un contexto por demás de adverso –la Guerra de Malvinas, la declinación de la dictadura que todavía pegaba sus zarpazos–, idéntico al que tuvo el origen de lo que la prensa porteña llamaría Trova Rosarina, cuyos miembros o algunos de ellos coparon el escenario de Obras Sanitarias e hicieron sonar esos temas que hoy siguen emocionando de un modo nada fácil de glosar.
En 1982, a la inmediata censura de la música en inglés durante la Guerra de Malvinas y en paralelo a ese rock nacional que resurgía con conciertos de Almendra –que volvía–, Serú Giran, Vox Dei, Raúl Porchetto, León Gieco y el legendario Moris (que otra vez pisaba suelo patrio), se instalaba un nuevo lenguaje musical de la mano de la new wave, donde el pop pisaba fuerte con bandas como Los Twist que aggiornaban parte de la rítmica de los 60 tornándola superficial y divertida. Ahí, claro, Tiempos difíciles fue un flechazo al corazón de esa escena y la sorpresa del año.
La lírica de Mirta, de regreso, en todo una profunda aguafuerte de un estado de cosas con su pertinente correlato objetivo, fue un refugio para los fantasmas de un tiempo que ya pujaba por dejar de ser lo que era pero revelaba al mismo tiempo un presente clausurado en donde había que empezar de abajo: “…Ya no hay ni un pelo largo/ todos parecen soldados./ Me siento parado en un cementerio./ Me recibió el frío y un nuevo gobierno…”, decía y allí se cifraba la impresión blanco y negro de un mundo que había arrasado con los sueños románticos, frágiles y ya marchitos bajo los implacables brillos del neoliberalismo instalado tras seis años de dictadura; y que a la vez ponía en diálogo una lengua ribereña llena de matices, un artefacto poético significativamente político, perdedor pero nunca resignado, con el áspero cemento de una cultura erosionada y decepcionada. Las notas ascendentes de un teclado, la distorsión de una guitarra o la garra o calidez de una voz en las canciones del disco se abrían paso en un territorio que podría ser desconcertante y a la vez liberador. Era en abril es un tema francamente desgarrador –se la tiene como una de las canciones más tristes del rock nacional– y sin embargo portaba una resistencia a la pérdida insondable que revelaba y profundizaba e iba más allá del mero relato. Fandermole exhibía ya un imaginario cultivado y medular. La estrella oculta de ese firmamento de seis que eran Baglietto y su banda ya despuntaba con aperitivos musicales inspirados y deslumbrantes.
El ADN de Fito Páez era como un sol que enrojecía el horizonte y producía una onda expansiva que fracturaba cerebros. Ahí ya estaban Puñal tras puñal y su fraseo inquieto a lo Discépolo: “…La propuesta es sencilla,/ pero olvidar es matarse de a poco./ Soy otoño esta noche./ Soy verdugo impaciente de mi sombra…”, que parece describir ciertos acontecimientos de la vida que están agazapados a la espera, pacientes como una lluvia quieta, de que alguien caiga en sus redes; o La vida es una moneda y En la cuerda floja, crónicas vigorosas que testimonian una sociedad fragmentada que uniforma y excluye con la misma violencia. Pese a su juventud, Fito contaba con un instinto musical educado a golpes de notas ligeras y abruptas a la vez que precisaba en sus letras el conflicto y el casi nulo optimismo de ese tiempo.
Baglietto grabó Tiempos difíciles con la misma formación que en el Festival de La Falda lo consagró cantante revelación apenas unos meses antes. Silvina Garré en coros, Rubén Goldin en guitarra, Sergio Sainz en bajo, Fito Páez a cargo de los teclados y José Luis Zappo Aguilera en percusión fueron los protagonistas de ese registro único e inoxidable. Tiempos difíciles fue así una expresión cultural de su época porque logró insertarse en el imaginario musical representando con demoledora contundencia su contexto. Y eso fue claramente percibido por el público, que inundó las disquerías en el frío y gris otoño del 82. Casi como buscando pan caliente".
El ADN de Fito Páez era como un sol que enrojecía el horizonte y producía una onda expansiva que fracturaba cerebros. Ahí ya estaban Puñal tras puñal y su fraseo inquieto a lo Discépolo: “…La propuesta es sencilla,/ pero olvidar es matarse de a poco./ Soy otoño esta noche./ Soy verdugo impaciente de mi sombra…”, que parece describir ciertos acontecimientos de la vida que están agazapados a la espera, pacientes como una lluvia quieta, de que alguien caiga en sus redes; o La vida es una moneda y En la cuerda floja, crónicas vigorosas que testimonian una sociedad fragmentada que uniforma y excluye con la misma violencia. Pese a su juventud, Fito contaba con un instinto musical educado a golpes de notas ligeras y abruptas a la vez que precisaba en sus letras el conflicto y el casi nulo optimismo de ese tiempo.
Baglietto grabó Tiempos difíciles con la misma formación que en el Festival de La Falda lo consagró cantante revelación apenas unos meses antes. Silvina Garré en coros, Rubén Goldin en guitarra, Sergio Sainz en bajo, Fito Páez a cargo de los teclados y José Luis Zappo Aguilera en percusión fueron los protagonistas de ese registro único e inoxidable. Tiempos difíciles fue así una expresión cultural de su época porque logró insertarse en el imaginario musical representando con demoledora contundencia su contexto. Y eso fue claramente percibido por el público, que inundó las disquerías en el frío y gris otoño del 82. Casi como buscando pan caliente".
Juan Aguzzi - barullo.com.ar
Juan Carlos Baglietto y la Trova Rosarina
Integrantes:
Juan Carlos Baglietto: Voz, guitarra acústica
Silvina Garré: Coro
Fito Páez: Piano, Teclados, coros, arreglos
Rubén Goldín: Guitarra eléctrica, voz, arreglos
Sergio Sainz: Bajo eléctrico
José "Zappo" Aguilera: Percusión
Silvina Garré: Coro
Fito Páez: Piano, Teclados, coros, arreglos
Rubén Goldín: Guitarra eléctrica, voz, arreglos
Sergio Sainz: Bajo eléctrico
José "Zappo" Aguilera: Percusión
Músicos Invitados:
Luis Cerávolo: Batería
Alejandro Santos: Flauta traversa
Manolo Juarez: Piano, arreglos en "Los nuevos brotes"
Chango Farías Gómez: Percusión en "Los nuevos brotes"
Alejandro Santos: Flauta traversa
Manolo Juarez: Piano, arreglos en "Los nuevos brotes"
Chango Farías Gómez: Percusión en "Los nuevos brotes"
Temas:
01- Mirta, de regreso (Adrián Abonizio)
02- Aunque mañana no estés (Fito Páez)
03- Era en abril (Jorge Fandermole)
04- Los nuevos brotes (Juan Monfrini, Rubén Goldín)
05- Puñal tras puñal (Fito Páez)
06- Sobre la cuerda floja (Fito Páez)
07- Dulce pájaro (Rubén Goldín)
08- La música del Río de la Plata (Fito Páez, Juan Carlos Baglietto)
09 Sin luna (Rubén Goldín)
10- La vida es una moneda (Fito Páez)
02- Aunque mañana no estés (Fito Páez)
03- Era en abril (Jorge Fandermole)
04- Los nuevos brotes (Juan Monfrini, Rubén Goldín)
05- Puñal tras puñal (Fito Páez)
06- Sobre la cuerda floja (Fito Páez)
07- Dulce pájaro (Rubén Goldín)
08- La música del Río de la Plata (Fito Páez, Juan Carlos Baglietto)
09 Sin luna (Rubén Goldín)
10- La vida es una moneda (Fito Páez)
Formato: Mp3 - 320 Kbps
pass: naveargenta.blogspot
Muchas gracias por compartir esta joya ! se respiraban cambios en la musica argentina...
ResponderEliminarY vaya que hubo cambios... Renovación generacional de músicos y la incorporacion de nuevas corrientes musicales que abrieron el panorama de la música argentina.
EliminarGracias por comentar terrafuoco72. Saludos.
¡Muchísimas gracias! Primer discazo de Baglietto. Se iniciaba la década y media de gloria del rock argento, que tenía público seguidor y buenos artistas. Me vino a la memoria que, cuando se presentó este disco en Baires, unos amigos que asistieron me comentaron acerca del aspecto y comportamiento escénico del pianista, de nuestra misma edad y compositor de varios de los temas: «Fito Páez parece Charly antes del comercio» ;-) Otra cosa: en su momento, allá por los lejanos '80, trabajaba en el microcentro porteño, y llegué a identificar el portal donde se tomó la foto de tapa, símil Chaplin & Jackie Coogan del LP, como el de un edificio antiquísimo cerca del rectorado de la UBA. Vaya uno a saber si todavía existe.
ResponderEliminar(Hay un par de aspectos de la nota que acompaña la publicación que merecerían alguna observación. Por ejemplo, "el pop pisaba fuerte con bandas como Los Twist que aggiornaban parte de la rítmica de los 60 tornándola superficial y divertida", es una afirmación arriesgada, si olvidamos por ejemplo aquello de "pensé que se trataba de cieguitos, porque anteojos negros usaban los seis", más realista y contestatario de cuanto pudiera parecernos entonces. En especial, para los que sufrimos o conocimos a alguno que sufriera alguna incidencia como la que narra aquella canción.)
Abrazo.
Anónimo Sexagenario ;-)
Hola "tocayo Sexagenario". Recuerdo haber visto en vivo a Baglietto en esta época, y ese flaco de los teclados nos parecía, en lo físico y en lo escénico, casi un imitador de Charly, jajaja!! Es que el tipo era alto, delgado, de piernas largas que no paraban de moverse debajo de los teclados, pelo largo con rulos...Pensar que solo unos años después integraría la banda de Charly en uno de sus mejores momentos creativos.
EliminarMuy buen dato el de la portada, creía que la toma había sido sacada en Rosario. De paso agrego, que a diferencia de la película de Chaplin, el pibe de la portada en este caso es una piba.
Gracias por participar con tu comentario. Un abrazo!!
que decir de este artista: quiero detenerme en el titulo del album; tiempos dificiles: ¿que son esas palabras? ¿que nos sugiere el titulo de este album? yo siento que este album salió en el momento indicado de la historia del país y del mundo, realmente eran tiempos dificiles. de echo , acá en monte caseros donde yo vivo uvieron 5 desaparecidos por la dictadura militar. y mas allá de esa anegdota que quería compartir acá en la nave ciento que este fue el disco justo para el momento justo que nose, algo me dice que juan carlos baglietto actualmente está un poco olvidado, de echo, conseguir su discografía completa en alta calidad es un poco complicada y que bien realmente que baglietto halla llegado porfin a la nave.
ResponderEliminarno tengo palabras para definir este album, tiempos dificiles de ayer, tiempos dificiles de hoy porque si, ahún que sea a nivel personal actualmente se viven tiempos dificiles de insertidumbre, falta de fe, tragedias, enfermedades etc. se que suena un poco curci talvez pero, yo personalmente en los tiempos dificiles que corren (sin avandonar el rock) comenzé a encontrar en la figura de dios y jesucristo muchas respuestas para estos tiempos dificiles. aguante la nave y gracias por todas estas historias y por seguir armando el rompecabezas del rock argento. rock is forever.
Hola Andrés. A raíz de tu comentario, no puedo dejar de mencionar que en un primer momento el álbum íba a llevar por título "Tiempos de guerra", dado, claro está, el contexto social al momento de su publicación. Los músicos finalmente desistieron de esta idea, ya que varios de los temas fueron compuestos antes del comienzo del conflicto bélico.
EliminarEs cierto que es dificil conseguir los discos de Baglietto en alta calidad, sobre todo sus primeros discos. Pero creo que es un músico que continúa vigente en cuanto a sus presentaciones en vivo, gracias a un público incondicional que valora su gran calidad interpretativa y la diversidad de generos que abarca.
Juan Carlos es un artista que toma una canción y la hace suya, agregando su sello personal, único.
Un Saludo, estimado Andrés. Rock (y todo lo que nos dé felicidad) por siempre!!
En la epoca que salio el disco tiempos dificiles, estabamos bajo la dictadura. De que neoliberalismo hablas? Si no me equivoco, los recitales en obras fueron previo a Malvinas. Los twist fueron posterior al regreso de la democracia verano del 84. En el momento de Baglietto y la.trova rosarina, se ecuchaba mucho a los "dulces 16"
ResponderEliminarSupongo que se refiere al neoliberalismo de la dictadura y su primer ministro de economía "José Mercado".
EliminarSegún la serie de Fito que se estrenó hoy por el "streaming de la N", el recital en Obras fue en 1981.
Personalmente recuerdo haber visto el afiche del disco a la salida del Festival por la Solidaridad Latinoamericana, que fue en mayo del '82. Estaba toda Avenida del Libertador empapelada.
En febrero de ese '82 pude ver a los Dulces 16 en Mar del Plata. El "artista soporte" que abrió el show fue Nito Mestre.
Por último y no por ello menos importante, mil gracias a Paco por compartir este disco.
Un abrazo
Gustavo
Estimado Anónimo: Puede que el autor de la nota se haya confundido en los tiempos, o (como dice Gustavo) se haya referido al economista liberal cómplice de la dictadura, el "Oreja" Martinez De Hoz. Por otra parte, Los Twist se formaron a principios de 1982 y su primer disco fué publicado en 1983.
EliminarSaludos.
Gustavo: Ese show me lo perdí (creo haberte comentado hace tiempo...).
El agradeciemiento de siempre por todo lo bueno que transmitís.
Un abrazo!!
Qué conexión! Me surgió la curiosidad por escuchar algo de la Trova Rosarina con la serie de Fito y obviamente vine corriendo a este lugar a buscarlo. Abrazo y gracias!
ResponderEliminarEvidentemente las energías vibratorias de nuestras mentes están conectadas, jajaja!!!. Que disfrutes del disco, querido navetefo. Gracias por comunicarte.
EliminarUn abrazo!!!
Gracias bro. Después de ver la serie de Fito en Netflix, vengo buscando toda esa música. Joder que genios.
ResponderEliminarQue lo disfrutes amigo. Gracias por dejar tu comentario.
EliminarEn México este disco salió con otras canciones(50%)
ResponderEliminarCreo que el disco traía otra toma fotográfica de la portada original, además del orden de las canciones modificado y que faltaban dos temas: "Los nuevos brotes" y "Dulce pájaro".
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