Considerado como el "Jethro Tull" argentino, debido al uso de la flauta traversa al estilo Ian Anderson, Contraluz inicia su historia musical en Buenos Aires a comienzo de los 70. Una de las características fundametales del grupo eran sus letras de alto contenido político-social. Musicalmente las composiciones se basaban en un hard rock de tintes progresivos junto a otras de suaves melodías folk.
En 1973 grabaron Americanos, su primer álbum, y un año después un simple para el sub-sello Harvest, cuyos temas están incluidos en esta publicación.
Contraluz es uno de los grupos pioneros del rock de la década del 70, cultores del rock progresivo, el núcleo original de la agrupacion, los hermanos Barrio y Prochnick, tocaban juntos ya desde 1968. Contraluz participa de la primer edición del BARock el miércoles 11 de noviembre de 1970 y de la segunda edición de BARock, en noviembre de 1971 en ambas ocasiones despierta admiración en público por su depurado sonido y técnica. Luego de grabar un muy buen disco que se editó dos veces con distinto nombre (1973 y 1974), la banda entra en una prolongada pausa, que parecio marcar el final.
En el año 2000 la banda vuelve de nuevo al ruedo tras 25 años, con tres de sus integrantes originales: Freddy Prochnick, Néstor y Carlos Barrio a quienes se suma Jaime Fernandez Madero. Este contundente trabajo, llamado "El Pasaje", es editado y producido en forma independiente por la banda y mantiene la estética de rock sinfónico que los caracteriza pero sin caer en un "revival" de la vieja época. Octubre del 2003 marca un nuevo capitulo en la historia de la banda, con la edicion de "Ramos Generales" al respecto Nestor Barrio, baterista de la banda, comenta: "Este es el mejor disco de la banda sin dudas. Temas rockeros fuertes, baladas melódicas, temas con tendencia de rock sinfónico, complejos contrapuntos entre cuerdas y teclados. Hay pasajes folklóricos y de música ciudadana, instrumentos variados como charango, saxo, papouse, flauta traversa, bajo acústico, bandoneón, muchos teclados, además de los tradicionales eléctricos (guitarra y bajo) y batería. También se introdujeron variantes en la percusión como bombo legüero, bongó, cortinas, cascables, etc". Contraluz en en el 2003 no solo suena en forma excelente, sino que su mayor virtud es que la banda volvió a los escenarios, no para hacer un negocio melancólico, sino para profundizar un proyecto que comenzó hace muchos años, pero con la experiencia los medios de hoy.
"Si la edición de un long play es necesaria para decir que alguien es importante es porque somos todos unos chantas. Hablar ahora de que Contraluz hace música en serio y con intenciones de darle un espectro más amplio del que tenemos es un poco vergonzozo reconocerlo después de tanto tiempo. Pero ellos también estaban despelotados. Así que las cosas más o menos están empatadas. Hay que prestar atención a las letras de este grupo. No son compulsivas o enganchadas en el borbotón de la hora: están esforzándose por decir lo que está pasando. Más fortalecidos en el ritmo que melodías, la música de Contraluz destaca en los temas de potencia, verdaderamente realizados por un cantante de un empuje excepcional.
Tapa: se ve que la hizo la grabadora sin consultarlos.
Síntesis: valioso aporte para crecer en forma lúcida. El momento para Contraluz llegó, ojalá que ellos quieran sortear las innumerables vallas y que nosotros seamos lo suficientemente concientes y respetuosos como para ayudarlos".
Revista Pelo - Reseña del disco (1973)
Integrantes:
Carlos Barrio: Guitarras
Alejandro Barzi: Flautas, piano
Freddy Prochnik: Bajo
Alvaro Cañada: Voz
Néstor Barrio: Batería
Temas:
01- Indios sin prisión
02- Sin trabajo
03- No sea que caigas mendigando
04- Clave de sol
05- La sarna del viento
06- El charco
07- Abrir el día
08- Seamos
Bonus Tracks:
09- Que tu voz se escuche (Simple / Lado A - 1974)
10- Y un dia solo (Simple / Lado B - 1974)
pass: naveargenta.blogspot
Que eres mi consuelo... mi consuelo... Saludos, gracias
ResponderEliminarUn saludo para vos Sthensichorus. Gracias por estar siempre.
EliminarUna tarde hace tiempo, sin recordar porque motivo, recorde el estribillo de Indios sin prision, hoy me volvio a la cabeza. Muchos jovenes de los setenta estabamos obligados a andar con poco equipaje y los libros y los discos se pasaban de mano en mano. Y recuerdo ese simple y hoy lo extraño como tantas otras cosas. Por suerte tengo en mis favoritos tu pagina, y como el trabajo me paga internet me estoy poniendo al dia con tus archivos digitales.
ResponderEliminarTe agradezco una vez mas tu trabajo y las brillantes reseñas con que "engalanas" tus posts.
UN abrazo y buena vida.
Sangre llevamos que reclama paz,
EliminarMi lengua es virgen aún suena capáz
De cultivar la lúz, de cantar libertad.
Americanos, indios, sin prisión
Nuestra cultura, nuestra tierra al sol
Da más por el honor, de ser auténticos.
Hermoso tema, al igual que tus palabras. Loco,me hiciste emocionar!!
Para eso esta la nave, estimado Juanjo, para rescatar lo que por alguna circunstancia perdimos pero que nunca olvidamos.
Un gran abrazo y gracias por participar.
Una fé de erratas imperdonable para mi. Sobre todo por ser un incondicional de la música de los dos grupos, especialmente de Jethro Tull. Gracias por la referencia sobre Contraluz y por avisarme del error.
ResponderEliminarSuper muchas gracias.
ResponderEliminarFirst official vinyl reissue, including two bonus tracks, redesigned back-cover and hand-numbered to 200 copies (100 in black, 50 in gold and 50 in red vinyl). The highly collectable debut album by Contraluz, originally released in 1973 on EMI, is the most exemplary hard-psych masterpiece to ever emerge from the prolific Argentinean scene, interspersed with proggy corridors that are scented with folky elements. This is a pure ear-pampering experience for those who crave in-your-face hard sonic assaults and ferocious rhythm-sections, topped up with majestic flutework and glimpses of prog serenity around the edges. The legendary Americanos is packed with sticky tunes, from the homonymous opening track, a straight psych-folk anthem of comparable gravitas to Jaivas’ ‘Todos Juntos’, to the acid-drenched ‘Clave De Sol’ and ‘La Sarna Del Viento’, and the ethereally proggy ‘El Charco’.
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