La historia de Quinteplus tiene sus comienzos en el año 1969 y su música esta mas emparentada con el jazz que con el rock, de todas formas sus talentosos integrantes reconocían y practicaban un amplio abanico de influencias musicales. Mediante su tecladista, Santiago Giacobbe, (que utilizaba piano eléctrico Fender) fueron pioneros en la incorporación de sonidos eléctricos al jazz.
Esta edición, publicada por el sello Vampi Soul en 2007, contiene el único disco de estudio grabado por Quinteplus (menos un tema), mas cuatro tomas en vivo registradas en octubre de 1972 en el teatro Santa María del Buen Ayre.
Quinteplus fue una suerte de supergrupo integrado por los jazzeros criollos Gustavo Bergalli en la trompeta, Jorge Sanders en el saxo, Santiago Giacobbe en los teclados, Jorge Gonzalez en el bajo y la batería de Carlos Pocho Lapouble. Fueron una de las bandas más solidas del jazz argentino de los setenta. Tocaron mucho en directo pero grabaron muy pocos discos, sólo dos, uno en estudio (“Quinteplus”) y otro en directo (“En vivo”), que tuvieron escasa repercusión, sobretodo porque su propuesta musical y su estilo se adelantaron mucho a su tiempo. Pero así es como se escribe muchas veces la historia de la música.
Surgido en un momento en el que en las venas de los músicos argentinos parecieron mezclarse sanamente con alguna inyección de rock, los Quinteplus se dejaron llevar por la transformación arrolladora del jazz que por esos días soplaba gente como el Gato Barbieri, pero de una manera mucho más fresca y relajada.
Tambien es evidente la influencia del Miles Davis más eléctrico –el “Silent way” y el “Bitches Brew” están muy presentes- y del jazz-rock que por aquel tiempo hacía su aparición. Esto no era excusa para que no se interesasen, ademas, por los ritmos folkloricos argentinos. “El pasito de Nano”, “La vuelta del Elefantor”, “Loberman, el hombre lobo”, o “Blackman, el justiciero”, títulos que de paso permiten contestar también aquella pregunta de Frank Zappa acerca de si música y humor pueden ser compatibles. Ah, un lugar bien destacado se gana la versión imperdible del clásico “Los ejes de mi carreta” de don Atahualpa Yupanqui.
Estos discos, grabados el primero en 1971 y el segundo un año después, mantienen un vigor y una frescura sorprendentes; es más, si se hubiesen grabado en este año a (casi)nadie sorprendería. La música de Quinteplus iba desde el ya mencionado folclorismo a escarceos con el free, como en “La vuelta de elefantor”, pasando por los sonidos que recuerdan a Herbie Hancock y sus Headhunters, en piezas como “Loberman, el hombre lobo”.
Esto es jazz compacto, vital, tocado por músicos imaginativos que creían en lo que hacían. Una magnífica oportunidad de descubrir a un quinteto deslumbrante".
Gustavo Bergalli: Trompeta
Jorge Anders: Saxo tenor
Santiago Giacobbe: Piano eléctrico
Jorge Gonzalez: Bajo, contrabajo
Carlos Pocho Lapouble: Batería
01- Loberman, el hombre lobo
02- Los ejes de mi carreta
03- Blackman, el justiciero
04- El marques (Parte 1,2 y 3)
05- El pasito de Nano
06- Zamba de mis pagos
07- El rapidón no se rinde (Grabado en vivo, 1972)