Este es un álbum de alta costura que tuvo la mala suerte de ser el sucesor de una bomba que demoró un tiempo en estallar y cuya onda expansiva arrasó con todo. Pensar en nada brilla con luz propia, empezando por la enorme canción que le da nombre al disco. Su único "problema" fue el éxito, enorme y tardío, del álbum del propio Gieco: 7 años, que incluye, entre otros, el hit astronómico "Sólo le pido a Dios". Sin embargo, el tiempo hizo justicia para ubicarlo entre lo mejor de su discografía.
A principios de los 80s, Santaolalla ya vivía en Los Angeles y encarnaba una modernidad que supo trasladar a Pensar en nada sin convertir a Gieco en otra cosa. Porque, si “Vino algo y lo arrasó” tiene un aire inédito para el “cantautor” de acústica y armónica, y “Pensar en nada” podría ser una participación de León en el primer solista de Santaolalla, allí están los arranques old style de “Soy un pobre agujero” o “Canto dorado”, la percusiva “Cumbia de la ciudad” y el rescate de “Aquí, allá, hoy o mañana”.
Con el gran éxito en sus manos de "Solo le pido a Dios", Gieco sorprende con este álbum, el cual contiene la canción homónima que se convertiría en otro gran éxito de Gieco. Aparece el León "folklorico" que cumpliría una función social que aún hoy muchos no advierten pero disfrutan de su legado. Pensar en nada fue el puente que atravesaron los jóvenes para llegar al folklore, género que en su mayoría despreciaba. Sin embargo Gieco hizo cantar chacareras, chamamés, zambas y sus seguidores "rockeros" por naturaleza no tomaban conciencia que León los unía con sus padres, profesores de música y los almidonados musicológos de la época. Sin embargo "Pensar en nada" es eclipsado por "Solo le pido a Dios" y por la guerra de las Malvinas, que además de los muertos que ya se había cobrado elige una nueva víctima: León Gieco. El gobierno militar distingue a "Solo le pido a Dios" como himno y esto pone muy mal a León. Sus enemigos declaran de interés nacional su obra y Gieco no lo puede sobrellevar. Deja de cantar, se retira, se aleja, sufre terribles depresiones y desaparece de la escena por casi 6 años.
"León Gieco es un fenómeno social dentro de la música popular argentina. Su simpleza y la transparente claridad de su arte le dieron un carisma que sedujo irresistiblemente a la audiencia. Tan tranquilo como su música fue el ascenso de Gieco hasta alcanzar el lugar más alto, qué hoy indiscutiblemente le pertenece. No es un gran cantante ni su prosa tiene la fluidez retórica de otros autores; él lo sabe y sólo intenta dejar humildemente un mensaje, que a veces puede ser una preocupación social, un viejo amor o una vida desperdiciada. Y es allí donde nace la verdadera estatura del Gieco compositor; sus letras, muchas veces simples y candorosas, pueden retratar con llaneza los profundos conflictos del alma humana.
Estos elementos, que van mucho más allá que la simple impresión de la música en el vinilo, hacen por demás dificil hablar de Gieco en el plano estrictamente discográfico; porque, aun en menor medida, esa "seducción" que él ejerce en un escenario tiene sus resabios en el disco. "Pensar en nada" es casi la culminación de una línea estilística a la que Gieco adhirió desde hace algunos años. Influenciado en sus comienzos por los grandes Iideres del folk estadounidense de los sesenta, pronto comenzó a copiar más la actitud de aquellos héroes que la música que elaboraban. Así fue como, lentamente, inició un viaje introspectivo musicalmente, pasando de las tímidas insinuaciones a una abierta y cruda experimentación con el folklore nacional en todas sus variantes. Caso atípico dentro del rock, él es el único exponente de una corriente musical bastante cerrada que ha logrado abrirse sin limites y, lo que es mejor, conseguir que el público lo siga, lo escuche y lo apruebe en sus experiencias. El tema que da nombre al álbum y "Vino algo y lo arrasó" (de Raúl Porchetto) son los dos únicos exponentes de rock eléctrico en todo el álbum. El primero es un rock simple, tocado con un sonido muy moderno: guitarras limpias tipo Dire Straits, un bajo y una batería sólidos. El otro rock eléctrico es una canción de estructura bastante compleja, poco cómoda para el estilo de Gieco, quien a pesar de todo sale airoso respaldado por la impresionante banda de Porchetto. "La cultura es la sonrisa" es uno de los textos más logrados que Gieco compuso en los últimos tiempos. La apelación es simple, directa, pero no esconde lo dramático de su trascendencia. La canción siguiente es uno de los puntos más altos del álbum: "Rajaste del norte" es una hermosa balada de Raúl Porchetto, que Gieco cantaba en el '75 cuando la gira de PorSuiGieco. La atmósfera de tristesa de la letra está perfectamente desarrollada por un Dino Saluzzi brillante en bandoneón; y Gieco canta muy afinado y con una adecuada resonancia. "Vení que te digo algo (se nos va la vida)" es un breve instrumental a dos guitarras con Gustavo Santaolalla. Son apenas unos instantes de profunda belleza y melancolía, el cierre digno para un álbum parejo, serio. León Gieco continúa su camino, y es bueno comprobar que está recorriendo la senda acertada."
02- Bajo el sol de Bogotá
03- Soy un pobre agujero
04- La cultura es la sonrisa
05- Bajaste del norte
06- Canto dorado
07- Vino algo y lo arrasó
08- Los accidentes de la ruta
09- Cumbia de la ciudad
10- Aqui, allá, hoy o mañana
11- Chacarera de un atardecer
12- Vení que te digo algo
¡Gracias!
ResponderEliminarQue lo disfrutes. Saludos!!
EliminarGieco es uno de nuestros mas coherentes músicos...gracias
ResponderEliminarCoincido con tu comentario. Gracias por participar!!
EliminarHOLA PACO. EXELENTE LO TUYO. PARA EL DE LEON GIECO ME MANDA A YANDEX DISC. PODRIAS RESUBIRLO CON OTRO LINK. GRACIAS
ResponderEliminarHola Ruben. Realmente no veo el inconveniente que te impide la descarga. Yandex es un buen servidor y hasta ahora esta funcionando correctamente. Solo tenes que clickear en Download para comenzar a decargar. Saludos!!
EliminarMUCHÍSIMAS GRACIAS PACO, AL FIN PUDE BAJARLO
ResponderEliminarBuenisimo Ruben!!! Que disfrutes de los discos.
EliminarUn abrazo.