26 de agosto de 2022

Alas - Alas (Vinilo FLAC / 24 Bits - 1976)

 


Tras la ruptura de Alma y Vida, el multiinstrumentista Gustavo Moretto se unió al bajista Alex Zucker y el baterista Carlos Riganti para formar Alas. Zucker había tocado con Montes y Pedro y Pablo en su LP Conesa. Riganti estuvo anteriormente con Materia Gris. Alas logró una gran cantidad de seguidores debido a su intensa actividad en vivo. Su música fue una audaz y sorprendente fusión entre el rock sinfónico de grupos como Emerson, Lake & Palmer, el jazz-rock de Chick Corea, elementos de nuestro folklore y el tango contemporáneo de Astor Piazzolla. Este coctel de influencias hizo de Alas uno de los grupos mas personales del rock progresivo argentino. El virtuosismo, el cuidado en los arreglos, la riqueza tímbrica e intrincada de sus composiciones, fueron elementos que definieron el sonido del grupo en sus primeros años. Este primer álbum corrobora el alto nivel compositivo de Alas, ahora compartido con ustedes en formato de alta calidad de 24 bits, extraído del vinilo original, publicado por el sello EMI-Odeón en 1976.
  
 
"Una de las movidas fundamentales en el rock anglosajón de los primeros años '70 fue la corriente progresivo-sinfónica, simbolizada por grupos como Yes, Genesis y Emerson, Lake & Palmer que le habían dado al género una nueva proyección, al incorporar elementos de música clásica y de jazz. Eran, también, días de notables avances desde el punto de vista tecnológico: nuevos y sofisticados teclados, como el mellotron y el sintetizador, permitían emular los sonidos de una orquesta y también crear nuevas texturas sonoras, que desafiaban el antiguo monopolio de las guitarras eléctricas como instrumento dominante del rock. El período que va de 1973 a 1977 marcó —paralelamente- un salto evolutivo para el rock nacional, con la formación de varios grupos que adhirieron a la movida progresivo-sinfónica. Surgieron bandas como Ave Rock, Madre Atómica, Om y Aschábel, ente otras, que dejaron su marca en el circuito progresivo local, aunque su repercusión no haya trascendido el ámbito de los entendidos. Pero sin duda hubo tres grupos que tomaron la delantera en términos de logros musicales y de aceptación popular: Espíritu, Crucis y Alas. Desde el vamos, Alas concibe una música de gran riqueza técnica. Entrevistado por la revista Expreso Imaginario, en julio de 1977, Moretto decía: "al principio, lo único que nos propusimos fue formar un conjunto que sonara bien y que tuviera algunos aspectos nuevos, especialmente los arreglos. Luego llegamos a la conclusión de que, si bien no podíamos negar para nada lo que habíamos hecho hasta entonces, ni podíamos pasar por alto la música que en este momento mueve al mundo, teníamos que reflejar de alguna manera lo argentino". Alas tuvo un consagratorio debut en el teatro IFT de Buenos Aires y poco tiempo después se embarcó en una breve gira por las principales ciudades del país, antes de su debut discográfico en EMI, producido en 1975, con un simple que contenía los temas "Aire (surgente)" y "Rincón, mi viejo rincón". A mediados de 1976 aparecería el álbum debut de Alas, que lleva el nombre del grupo como título. El larga duración estaba integrado por dos extensas composiciones, "Buenos Aires sólo es piedra" y "La muerte contó el dinero", divididas en varios sub-temas. En la primero predominaba una sensibilidad tanguera, mientras que la segunda estaba basada en un ritmo de vidala. Moretto, por su parte, reconocía que el elemento folklórico estaba tamizado por el entorno urbano: "Como ninguno de nosotros vive en el campo, lo más lógico era buscar en el folklore de la ciudad en que vivimos. Quisimos producir una música que fuera reconocible como perteneciente a Buenos Aires." Esa exploración musical que fuera una constante a lo largo de toda la carrera de Alas sería llevada a nuevas dimensiones con la incorporación, como músico invitado, del bandoneonista Daniel Binelli. Además, en octubre de 1976, Alas se presentó con gran repercusión en el teatro Coliseo de Buenos Aires, acompañados por tres bandoneonistas: el propio Binelli, Juan José Mossalini y Rodolfo Mederos, quienes habían sido compañeros del primero en la orquesta del maestro Osvaldo Pugliese, además de integrar el grupo de Mederos, Generación Cero. Con el éxodo de Alex Zucker a Estados Unidos y su reemplazo por un muy joven Pedro Aznar (que venía de Madre Atómica) Alas habría de emprender un nuevo rumbo en su carrera. De su primera etapa musical, sin embargo, quedaba como testimonio este álbum debut, una de los hitos incuestionables del rock progresivo-sinfónico rioplatense."
Alfredo Rosso
 

Alas con Astor Piazzolla

"Hay varias cosas importantes en este primer trabajo discográfico del trío. Pero, sin duda, la más remarcable es la madurez sonora y la seriedad con que encaran su música. El álbum tiene una calidad tal que, ante su audición, uno no puede contener la idea de que el rock en la Argentina ha dado —imperceptiblemente— un paso de gigante. Un aceleradísimo avance que está dejando atrás inútiles polémicas y que gesta una etapa diferente. autóctona, dentro del sector. En todo esto Alas es inobjetable precursor. Aunque el tecnicismo de sus integrantes es formidable (los trabajos de Riganti y Moretto son descollantes), la idea principal que comunica el álbum, es la integración del expresionismo musical con la imperiosa necesidad de transmitir las aristas de la realidad circundante. Todo ello seguramente aumentado, porque el grupo incluyó pocas letras en este álbum, y su parte más fuerte no es precisamente la cantada. El despliegue técnico (necesario, por otra parte) de los integrantes de Alas no tiene afanes demostrativos de imbecilidad expositiva. Cada instrumento tiene una finalidad precisada; no obstante —como se prevé— este grupo ganaría en profundidad con la inclusión de un nuevo instrumento. Si bien Moretto se ha demostrado como un compositor de intuición casi vi-ual, la circunstancia de no contar con letras puede llevar al grupo a un cultivo de la hermenéutica que los aislaría de la repercusión popular, que no sólo el grupo necesita, sino también el rock del país a través de Alas
Tapa: Excelentes los exteriores; el interior es gratuito y con un dibujo amateur. Contiene los datos técnicos imprescindibles. Síntesis: Una de las obras claves de toda la música rock argentina, producida por un grupo que "recién comienza".
Revista Pelo - Reseña del álbum (1977)
 
 
 

Integrantes:

Gustavo Moretto: Teclados, trompeta, flauta, violín, voz
Alex Zucker: Bajo, guitarras
Carlos Riganti: Bateria, percusión

Temas:

01. Buenos Aires Solo Es Piedra - Incluye:
a). Tango
b). Sueño
c). Recuerdo
d). Trompetango
e). Tanguito
f). Soldó

02. La Muerte Contó El Dinero - Incluye:
a). Vidala
b). Smog
c). Galope
d). Mal-ambo
e). Vidala Again
f). Amanecer/Tormenta
g). Final
 
 
Muestra Gráfica De La Grabación
 

Ripeado De Vinilo

Formato: FLAC (Free Lossless Audio Codec) 48.000 Hz / 24 Bits


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19 de agosto de 2022

Alma y Vida - Del Gemido De Un Gorrion (FLAC - 1973)

 

 
 El tercer disco de Alma y Vida es el único que lleva como título un nombre y no una sigla. El camino que se vislumbra en el Vol II parece querer reanudarse en este disco. Se incluyen arreglos más arriesgados, como el inusitado pasaje casi experimental que rompe el clima de balada de "Bussi a las 3 y Media"; temas más roqueros como "Carna, Rock y Suficiente" con una atractiva participación de la guitarra eláctrica de Barrueco (al igual que en el final de "Vos te Equivocaste Amigo") . Alcanzando su mayor compromiso sociopolítico en cuanto a letras en "Es la Hora" y en la hermosa canción que presta titulo al álbum, una de las más recordadas por los seguidores del grupo.
 
Pionero del jazz-rock en la argentina, Alma y Vida nació como acompañamiento del cantante Leonardo Favio, de quien se abrieron en 1970. Esta fue una agrupación fundada por músicos enamorados del jazz que se habían volcado paulatinamente al rock y a la llamada música beat de principios de los '70 sin olvidar sus raíces. Los primeros pasos de la agrupación estuvieron directamente emparentados con el estilo de bandas extranjeras como Blood, Sweet & Tears y Chicago, formaciones que también contaban con una raíz jazzística pero que se movían cerca del rock.
Alma y vida debutó durante un ciclo efectuado los domingos por la mañana en el teatro Opera, junto a nombres como los de Manal, Arco Iris y Vox Dei.
Con el ingreso de Gustavo Moretto en reemplazo de Mario Salvador, Alma y Vida encontró su mejor forma y cumplió una destacada actuación en las dos primeras ediciones del mítico festival B.A.Rock, en el ex velódromo Municipal. Este éxito los impulsó a registrar el primer álbum, en 1971. A base de varios hits como "Salven a Sebastián" u "Hoy te queremos cantar", la banda consiguió gran repercusión entre un público no estrictamente rockero y de ese modo logró erigirse en una asidua animadora de bailes en los clubes "de moda".
A fines de 1974 Gustavo Moretto se alejó de la formación para incursionar en una música mucho más compleja y elaborada con el trío Alas. Su partida aceleró un proceso de crisis interna en la agrupación que el ingreso del vientista Osvaldo Lacunza no pudo salvar.
En 1976, Alma y Vida grabó su quinto y último LP de la primera etapa de la banda y a poco de editado, la agrupación se desmembró a raíz de la partida de Carlos Mellino. 
 
 
"Villalba: –Con nuestro grupo hubo todo un manejo político, dentro del cual hubo periodistas que nos empezaron a dar palos porque no quisimos ir al último B. A. Rock.
Baraj: –Es así. Lo que Pelo decía era palabra santa. Todo eso hizo que parte del público de rock nos tildara de “comerciales”.
Salvador: –Otro ejemplo sería el del recital en el Opera con Vox Dei, Manal y Arco Iris. Fuimos los primeros en tocar y nos empezaron a silbar, porque ver y escuchar un saxo y una trompeta en ese momento era muy raro. Sin embargo, en medio de los silbidos, un tipo de la platea se levantó y le gritó a otro: “Callate, sordo”.
Mellino: –Aquel día fuimos de punto y salimos banca. En los festivales de rock de esa época no se le perdonaba la vida a nadie, porque cada uno tenía su hinchada. Y la trompeta y el saxo no estaban incorporados dentro del rock nacional. Imponer una formación con muchos tipos con un estilo totalmente distinto y adaptarlo a una realidad era un desafío terrible. En el Opera, cuando se levantó el telón y la banda empezó a sonar, cambió nuestra historia. Hoy pienso que nuestra música estaba 10 años adelantada a lo que se hacía en ese momento, básicamente porque nos influenciaba la música de fusión que hacía Chicago en Estados Unidos. Teníamos cierta ventaja porque acá recién se salía de lo acústico o el formato bajoguitarra-batería. A eso, agregale que nos portábamos bien, no provocábamos desmanes y éramos profesionales." 
Alma y Vida - Página 12 (2000)
 
 

 

Integrantes:

Carlos Mellino: Teclados, voz
Carlos Villalba: Bajo
Bernardo Baraj: Saxo, flauta traversa
Gustavo Moretto: Trompeta
Juan Barrueco: Guitarra
Alberto Hualde: Batería


Temas:

01- Vos te equivocaste, amigo
02- Bussi a las 3 y media
03- También aquellos caminos
04- Del gemido de un gorrión
05- Pintaré de poemas la ciudad
06- Vamos hermano americano
07- Carna, rock y suficiente
08- Es la hora
09- Un largo silencio
 
 
Formato: FLAC - 44.100 Hz / 16 Bits
 

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12 de agosto de 2022

Moris - Ciudad De Guitarras Callejeras (FLAC - 1974)

 
 

"Suena tan vivo como fue grabado. Pero con el handicap de uno de los mejores estudios de Latinoamérica, la RCA de Argentina, un fabuloso sonido. Colaboraron conmigo casi todos Los Gatos y además hay temas como "El mendigo del Dock Sud", "40 Millones", "El muchacho del taller y la oficina", "Mi querido amigo Pipo", que los sigo cantando con tanta convicción, y quizás más, que en su momento. Es una muestra de lo que yo sentía, sobre mi estilo, el país y su gente. Queda en los demás dar el comentario, tal vez al final , sobre esas canciones y mi música. Un abrazo a todos." 
Moris - Sobre Ciudad de Guitarras Callejeras (2004)
 
 
Reseña de las canciones (Escrito en la contratapa del disco - 1974):

Muchacho del taller y la oficina: Compuesto íntegramente en las proximidades de la ruta 8, esta canción es la más larga del LP y posee dos movimientos en su estructura musical. En la primera parte, es el cantante que le habla al muchacho de su propia vida, de la fábrica y el trabajo; y en la segunda parte apare-cen los sentimientos privados del compositor y sus visiones particulares. Una verdadera canción de los caminos.

Te tocarán el timbre: La voz, como viniendo desde un túnel enclavado en el centro de la ciudad, repetirá tres veces su canto y terminará bruscamente. En este tema Moris nos lleva desde las profundidades de un hotel hasta los lugares más caóticos de la urbe, montado en un ritmo insistente y cortante.

A veces estoy cansado: Un comienzo de blues y un desarrollo de rock, donde dos voces cantan con retraso (eco) ciertas partes del tema, logrando un efecto curiosamente exacto. Fue compuesto a último momento para el disco, sobre una letra de la época de la Perla de Once (año 1967). Ejemplifica el rock vocal, corto y arrollador de la décadas de '50, con el agregado tal vez único, de puentes menores de esencias melódicas puramente latinas, configurando un estilo nacido sólo en estas latitudes. 

El mendigo del Dock Sud: En esta melancólica canción se refleja el Sur abandonado de la gran ciudad, los ríos sucios del puerto y la voz quejumbrosa y fantasmal del viejo mendigo, que canta a lo largo de cada armonía, de cada movimiento. Una alegoria suburbana del Riachuelo.

Rock de Campana: El tradicional ritmo de rock encarna en esta melodía con puentes menores, cuyo "leit motiv" es el abandono de la ciudad sin rumbo ní dirección fija. Una canción de rutas y de hombres solitarios galopando hacia otros destinos.

Tengo cuarenta millones: Un rock clásico: irónico y bullicioso, con una letra especialmente adaptada al desarrollo armónico del tema, con todas las virtudes de esta música: simple, directa y sin moralejas.

De aquí adonde iré: Aquí Moris expresa su visión particular del destino del hombre. Sú vida aquí y ahora y el infinito que se extiende detrás de su mente. La vida y la voz elevándose atada hacia regiones intocadas.

Mi querido amigo Pipo: Inundada de poesía ciudadana, esta bella canción incorpora nuevos sonidos y cadencias a una letra firmemente arraigada a Buenos Aires.

Cabalgando por el campo:
Una fresca y actual pintura de la ida a las afueras por el hombre de la dudad.


"Este álbum es la concreción de una etapa de Morís, Temas escritos ayer, orquestados con ideas de hoy por un staff de músicos que vienen de ayer y otros de hoy. Es Una eterna combinación. Como lo es eL mismo Morís: dual en su voz (esforzado en el falsete, expresivo y prófundo en su voz de bajo), serpenteante en la composición (de claros tangos a viejos rocks), polar en las letras (sus referencias al vértigo ciudadano no obstaculizan una cálida añoranza por lo campestre). Maris es el único modelador del rock argentino que se mantuvo solitario en una linea que, obviamente, forma parte de su estilo, pero que implica también una experiencia inexplotada en esa porción del ritmo: la canción. Muchas de las cosas de Moris son básicamente canciones que invitan al canto colectivo. Sencillas en sus estructuras tonales, pueden ser tomadas como carentes de riqueza o evolución.,Pero no parece ser ésa la meta de Morís, porque sus temas per, siguen el efecto en el golpe emocional directo, a través de las letras o de la crudeza de la música. Los que buscan otras cosas en su musica, pedirán algo que él no pretende dar. Correctamente acompañado por todos los músicos intervinientes, los arreglos de Rodolfo Alchourrón, en cambio, parecen desprendidos de la realidad de Morís.
Tapa: sencilla, lograda y sobria. Contratapa muy buena: fotos de los participantes, comentarios de los temas. Información sobre instrumentos y formas de grabación.
Sintesis: Moris es el cursador de un camino sólo por él transitado. Quizás por eso mismo sea en parte incomprendido hoy, en este disco, y siempre. Ante esa eventualidad. su empecinamiento cobra valor en un ambiente donde lo habitual (pero nunca confeso) es la copia, la imitación o simplemente la aceptación de las ondas reinantes. Encuadrar algunos de sus temas como "tango" o "balada bolero" demuestra que está en su camino, limpiamente y sin prejuicios. Ya sólo por eso, vale mucho." 
 
Revista Pelo - Reseña del álbum (1974) 
 
 

 

Musicos:

Moris: Voz, guitarra, coros
Ciro Fogliatta: Piano
Daniel Russo: Bajo, piano (De aquí adónde iré)
Ricardo Santillán: Batería
Litto Nebbia: Bajo (De aquí adónde iré)
Corre López: Batería (Te tocarán el timbre / A veces estoy cansado)
Ricardo Jelicie: Bajo (Te tocarán el timbre / A veces estoy cansado)
Víctor Gómez y Rubén Parra: Coros
Lalo Fransen: Tumbadoras
Rodolfo Alchourrón: Dirección de cuerdas

Temas:

01- Mi querido amigo Pipo
02- Rock de campana
03- Muchacho del taller y la oficina
04- El mendigo del Dock Sud
05- Tengo 40 millones
06- A veces estoy cansado
07- Cabalgando por el campo
08- Te tocarán el timbre
09- De aquí adónde iré 


Formato: FLAC - 44.100 Hz / 16 Bits


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5 de agosto de 2022

Jorge "Flaco" Barral - Chau (FLAC / Uruguay - 1973)

 

 
Jorge Barral integró dos de los grupos más importantes del rock uruguayo como fueron Opus Alfa y Días de Blues. Por fuera de éstas experiencias, y antes de emprender la partida de su pais natal, grabó un disco áspero, de despedida. El album no fue editado en esa epoca debido al golpe de estado militar. La desolación de Barral se divisaba en diferentes temas: “Esto sigue igual” y “Corazón triste”. Simultáneamente el exilio es un tópico frecuente en sus composiciones, como en “Se va muriendo mi aldea”, que concluye con la frase: “El último que se vaya que apague la luz”; o su tema de despedida titulado “Chau”.
 
 
"Chau, si chau puede ser hasta luego, pero este chau yo sabía que ero definitivo. Musicalmente, es un coitus interruptus. Escúchalo como un documento de la época. Fue grabado en el estudio Sondor, en jornada nocturna, pensando que al otro día tenía que seguir solucionando asuntos de última hora...cansado, destrozado, pero "había que dejar algo", según Hamlet Faux y Esteban Leivas yo les hacía caso, por supuesto. Y paso lo que tiene que pasar...y...no dio tiempo a terminarlo. Asi que hay temas que faltan melodías, hay melodías que les falta acompañamiento, hay acompañamientos que están al borde del abismo o eran de guía y hasta hay guías realizadas con la boca, que iban a corresponder a un instrumento. No quiero dejar de agradecer a esteban Leivas y a Hamlet Faux, por haberme dado esta oportunidad, que aunque inconclusa, es una muestra de los duros momentos que se vivían en nuestro país en esos años. Agradezco también a Hugo Manzini, técnico de grabación del mismo, por haberme aguantado y a los amigos que pasaron fugazmente por la grabación del mismo.
Chau, un coito interruptus, pero hay interruptus que valen más que...bueno, tú mismo."
 
 
Flaco Barral: Marzo del 2016 - Madrid 

" El Flaco Barral está grabando un disco como solista...y parece que toca todos los instrumentos el solo!!..." Recuerdo perfectamente aquel comentario que una y otra vez se escuchaba en los ya lejanos las del Montevideo que dejaba atrás el verano de 1973. Rápidamente había corrido la voz, especialmente en los círculos de convicción y actitud "alternativa ", aunque "contracultura" era el término preferido entonces. Donde la música menos convencional era virtualmente venerada como algo rayano en lo sacro. Un sentimiento cuasi-tribalista que obviamente trascendía lo meramente estético y/o artístico. Era vox-populi que El Flaco, posiblemente el personaje más carismático de la escena musical Rock-Folk-Blues Montevideana de los pasados dos años se, marchaba del país. Los dos recientes conciertos de despedida de su grupo Días de Blues, junto a Daniel Bertolone y Jorge Graf, en la ciudad de Las Piedras y en el cine Arizona de la capital, lo habían dejado claro. Por lo que el disco como solista que ahora ultimaba sería su personal "Hasta la vista". Fiel a su estilo directo, poco dado a los rodeos o ambiguedades, lo había titulado simplemente "Chau". Aunque muy pocos conocían ese dato. En realidad casi nadie, ya que las sesiones de grabación se habían programado sobre la marcha, ajustadas a la febril agenda previa a la inminente partida del Flaco. Sesiones subrepticias, que no secretas, con solamente un mínimo de personas presentes on el estudio. Un trabajo apresurado, "contra- reloj", pero no exento de entusiasmo y creatividad. Más bien lo contrario, me atrevería afirmar. Lamentablemente nadie de los involucrados en el proyecto podía ni por asomo prever el azaroso destino que aguardaba a aquellas sesiones. Por diversos motivos ol álbum no se publico en la fecha prevista. Tampoco apareció algún tiempo después, sino que transcurrirían 25 -Sí, Veinticinco años!!- antes de que la mayoría da las grabaciones llegaran al mercado de forma oficial ( Sello Posdata, 1998 ). Con el paso del tiempo el disco no publicado del Flaco Barra! se había convertido en casi un rumor, una especie do leyenda urbana. Más aún, algunas fuentes "fidedignas", como siempre, aseguraban quo las cintas se habían borrado accidentalmente, impidiendo cualquier posibilidad de recuperación. Especulaciones acompañadas de los consabidas interrogantes "¿Qué contenían esas cintas? "; "¿Habían existido suficientes master, para configurar un LP?". La respuesta es un contundente SI!. Lo sé, porque estuve allí, junto al Flaco y Esteban (Larvas) hasta pasadas las 21 hrs, del sábado 28 de marzo de 1973. Cómo no recordar la fecha, si Jorge embarcaba a la mañana siguiente rumbo a Españal. Y nunca mejor dicho, ya que en aquellos días aún se podía realizar la travesía transatlántica por vía marítima.
Sí, "Chau!" se grabó, salvo alguna voz aquí, algún "pique" de guitarra allá, y algún otro pormenor ausente que el escucha de hoy podría detectar con facilidad, pero que no alcanza a deslucir, resultado final de la obra. Por otra parte, todo hay que decirlo, si nos hubiéramos demorado unas horas más, los tres tendríamos que haber tomado un taxi que nos llevara directamente desde los antiguos Estudios Sondar hasta el Puerto de Montevideo!!. En retrospectiva, veo aún mas nítidamente como el sentido del tiempo y la oportunidad del Flaco ha sido una constante en su vida. Su extensa trayectoria artística puede ser consultada por los interesados en su página web, por lo que una revisión de sus logros hasta hoy sería redundante. Pero situándonos otra vez en aquellos precipitados días de marzo de 1973 vemos como el Flaco Barral finalizaba una breve y fulgurante etapa, dos años después de su vuelta a Montevideo en el" mágico" 1971 desde Buenos Aires. Y como partía en el momento justo,apenas tres meses antes de los aciagos acontecimientos que cambiarían el rumbo del país. Cercenando en el proceso al inconformista movimiento socio-musical que florecía de forma tan libre, tan espontánea. Y aquella hermosa "tribu" fue violentamente enviada a reservas rigurosamente vigiladas. Pero como se suele decir, eso es otra historia. Para entonces, el Flaco iniciaba ya su nueva etapa a miles de kilómetros del anochecer del " paisito ", que durante décadas y por derecho propio había ostentado la distinción de ser considerado en el mundo como "La Suiza de América". A veces he pensado quo el tan mentado anglicismo "timing" y el Flaco Barral son sinónimos. Aunque, como tantos uruguayos que se vieron forzados a emigrar, sé que para él, la distancia era geográfica, nunca emocional. Pero ya había dicho "Chau!'. Y lo había hecho en forma de manifiesto vital, a través do un álbum que hoy, tantos años después de su grabación, se publica finalmente en su concepto original. Completo. Con arrugas e imperfecciones incluidas. ¿Justicia Poética quizás? Creó quo podríamos llamarlo así."
 
Hamlet Faux - Madrid (Marzo 2016)
 
 

 
Intérprete: 
 
Jorge "Flaco" Barral: Todos los instrumentos y voces
 
Temas:
 
01- Hoy el sol acaricia
02- No todo es blanco ni es negro
03- Esto sigue igual
04- Yo
05- Ya es tarde
06- No dejes de reír niño
07- Te veo en visiones
08- Se va muriendo mi aldea
09- Chau 
10- Guachita mía


Formato: FLAC - 44.100 Hz / 16 Bits

pass: naveargenta.blogspot

 

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