Momento de tributo en la nave. En esta ocasión es el turno de La Mississippi, reinterpretando a grandes clásicos de nuestro rock. Inoxidables contiene un cocktail de canciones recreadas con el sentimiento y la personalidad que muy pocas bandas, como La Mississippi, pueden lograr. Grupos históricos de los 70 y 80 son revisionados por otro histórico, rindiendo un homenaje que seguramente los va a emocionar.
“La idea fue parte de nuestra incursión en temas de bandas que nos gustan, para incluirlas en los shows como una forma de disfrute. Lo del disco fue posterior. Empezó a surgir desde el momento en que nos sentimos cómodos con las versiones”, explica el cofundador, cantante, violero y compositor de la Mississippi –Ricardo Tapia– sobre los orígenes de este excelente disco de versiones.
“Elegimos estas canciones porque siempre nos gustaron y nos quedan cómodas al estilo”, refuerza otro de los fundadores, el baterista Juan Carlos Tordó. Y así, cada quien dará su versión de los hechos. El guitarrista Gustavo Ginoi, otro Mississippi de la primera hora, irá más al detalle. Dirá que también fue cosa de shows, pero que hubo que darle una vuelta a cada tema: “Ricardo Tapia empezaba con la guitarra y lo seguíamos según la versión que pintaba en ese momento. En un punto nos pareció que era interesante y divertido tocar temas que nos gustaban del rock argentino, pero dándole una vuelta más y trabajando en un show especial con esa temática; después vino la idea de plasmar esas canciones en un disco”, dice él, mientras Claudio Cannavo –bajo original– va a lo lúdico (“Surgió como una diversión en la sala y en alguna prueba de sonido. No tiene una explicación lógica”) y Gastón Picazo aprueba en general: “La idea surgió en los ensayos y se llevó a los shows”, remarca el tecladista/pianista que reemplazó a Miguel de Ipola, a mediados de 2004.
Ricardo Tapia: –Inicialmente, nos fue un poco confuso encarar ciertos temas, especialmente los de Spinetta, que tienen un aura muy particular. Son temas imposibles de desarmar, obras maestras, ¿no? Sumo, en cambio, fue muy relajado, descontracturado, para mí.
Gustavo Ginoi: –Es una lista de temas bastante consensuada, diría que en un porcentaje altísimo. La verdad es que estamos acostumbrados a elegir las canciones para nuestros discos de temas propios, así que es un ejercicio que tenemos aceitado. También está el hecho de que sabemos qué estilos nos quedan mejor o qué temáticas son más cercanas a nuestro estilo, y en eso estamos de acuerdo en un alto porcentaje.
G. G.: –Sí, porque el repertorio fue surgiendo de charlas y zapadas. Recordar una canción y decir, “éste no puede faltar”: algunos como “Gato de la calle negra” lo veníamos tocando, es parte del disco de 25 años, y tiene un trabajo muy lindo de las cuerdas para lograr una versión diferente. También es un tema de Pappo no muy versionado. Lo mismo con “Pato trabaja en una carnicería”, emblemático de una época. También fue interesante poder hacer una versión de “Masacre en el Puticlub”, de los Redondos, del rock más ochentoso. Está el caso de Sumo con “Mejor no hablar de ciertas cosas”, un tema que casi improvisamos todo el tiempo y en cada show es diferente, y después el blues más tradicional de “Blues del estibador”, de Memphis, que está en su primer disco. Este trabajo resume bastante bien nuestro gusto por el rock argentino.
Tapia extiende su definición sobre el trabajo número trece de la banda. Dice que es como un ejercicio de la memoria o un reflejo de guitarras callejeras, “casi” de fogón, que se fue resolviendo bajo la dinámica de lo impensado. Esa que surge cuando se vive más de lo que se piensa. O se piensa en casi nada. O solo en dejarse llevar por circunstancias placenteras. Cada tema refleja eso. La forma en que esta formidable banda argentina mira al rock originario desde lo musical, pero sobre todo desde lo emocional. Es imposible comprenderlo sin tal factor. “Fue un ejercicio de la memoria emotiva diría yo, porque tocar algunas canciones no sólo requiere recordarlas en el instrumento sino en el entorno en el que se escuchaban, y de eso depende mucho la interpretación”, sostiene Ginoi. “Si, y no sólo fue –y es– un ejercicio de la memoria, sino un placer poder dejar grabado un material tan importante con la música que nos alimentó en la adolescencia y que nos vinculó con el rock nacional. Respecto de lo afectivo fue emocionante tocar y grabar aquellos temas con los que crecimos musicalmente. En mi caso, cada tema fue como regresar a mis primeros momentos de músico, recordé mi barrio, mis primeras bandas y los primeros intentos de reproducir un tema que admiraba y cantaba todo el tiempo”, testimonia Tordó, en sintonía con Cannavo, que sintetiza todo con una imagen certera: “Este disco es un túnel del tiempo musical".
“Elegimos estas canciones porque siempre nos gustaron y nos quedan cómodas al estilo”, refuerza otro de los fundadores, el baterista Juan Carlos Tordó. Y así, cada quien dará su versión de los hechos. El guitarrista Gustavo Ginoi, otro Mississippi de la primera hora, irá más al detalle. Dirá que también fue cosa de shows, pero que hubo que darle una vuelta a cada tema: “Ricardo Tapia empezaba con la guitarra y lo seguíamos según la versión que pintaba en ese momento. En un punto nos pareció que era interesante y divertido tocar temas que nos gustaban del rock argentino, pero dándole una vuelta más y trabajando en un show especial con esa temática; después vino la idea de plasmar esas canciones en un disco”, dice él, mientras Claudio Cannavo –bajo original– va a lo lúdico (“Surgió como una diversión en la sala y en alguna prueba de sonido. No tiene una explicación lógica”) y Gastón Picazo aprueba en general: “La idea surgió en los ensayos y se llevó a los shows”, remarca el tecladista/pianista que reemplazó a Miguel de Ipola, a mediados de 2004.
Ricardo Tapia: –Inicialmente, nos fue un poco confuso encarar ciertos temas, especialmente los de Spinetta, que tienen un aura muy particular. Son temas imposibles de desarmar, obras maestras, ¿no? Sumo, en cambio, fue muy relajado, descontracturado, para mí.
Gustavo Ginoi: –Es una lista de temas bastante consensuada, diría que en un porcentaje altísimo. La verdad es que estamos acostumbrados a elegir las canciones para nuestros discos de temas propios, así que es un ejercicio que tenemos aceitado. También está el hecho de que sabemos qué estilos nos quedan mejor o qué temáticas son más cercanas a nuestro estilo, y en eso estamos de acuerdo en un alto porcentaje.
G. G.: –Sí, porque el repertorio fue surgiendo de charlas y zapadas. Recordar una canción y decir, “éste no puede faltar”: algunos como “Gato de la calle negra” lo veníamos tocando, es parte del disco de 25 años, y tiene un trabajo muy lindo de las cuerdas para lograr una versión diferente. También es un tema de Pappo no muy versionado. Lo mismo con “Pato trabaja en una carnicería”, emblemático de una época. También fue interesante poder hacer una versión de “Masacre en el Puticlub”, de los Redondos, del rock más ochentoso. Está el caso de Sumo con “Mejor no hablar de ciertas cosas”, un tema que casi improvisamos todo el tiempo y en cada show es diferente, y después el blues más tradicional de “Blues del estibador”, de Memphis, que está en su primer disco. Este trabajo resume bastante bien nuestro gusto por el rock argentino.
Tapia extiende su definición sobre el trabajo número trece de la banda. Dice que es como un ejercicio de la memoria o un reflejo de guitarras callejeras, “casi” de fogón, que se fue resolviendo bajo la dinámica de lo impensado. Esa que surge cuando se vive más de lo que se piensa. O se piensa en casi nada. O solo en dejarse llevar por circunstancias placenteras. Cada tema refleja eso. La forma en que esta formidable banda argentina mira al rock originario desde lo musical, pero sobre todo desde lo emocional. Es imposible comprenderlo sin tal factor. “Fue un ejercicio de la memoria emotiva diría yo, porque tocar algunas canciones no sólo requiere recordarlas en el instrumento sino en el entorno en el que se escuchaban, y de eso depende mucho la interpretación”, sostiene Ginoi. “Si, y no sólo fue –y es– un ejercicio de la memoria, sino un placer poder dejar grabado un material tan importante con la música que nos alimentó en la adolescencia y que nos vinculó con el rock nacional. Respecto de lo afectivo fue emocionante tocar y grabar aquellos temas con los que crecimos musicalmente. En mi caso, cada tema fue como regresar a mis primeros momentos de músico, recordé mi barrio, mis primeras bandas y los primeros intentos de reproducir un tema que admiraba y cantaba todo el tiempo”, testimonia Tordó, en sintonía con Cannavo, que sintetiza todo con una imagen certera: “Este disco es un túnel del tiempo musical".
Cristian Vitale (pagina12.com.ar)
Integrantes:
Ricardo Tapia: Voz, guitarra rítmica, acústicas de seis y doce cuerdas, armónica, flauta traversa, coros
Gustavo Ginoi, Guitarra lead
Claudio Cannavo: Bajo, coros
Juan Carlos Tordó: Batería, coros
Gastón Picazo: Teclados, piano, coros
Temas e Intérpretes Originales:
01- Post-Crucifixión (Pescado Rabioso)
02- Ritmo y blues con armónica (Vox Dei)
03- No tan distintos (Sumo)
04- Cementerio Club (Pescado Rabioso)
05- Un casa con diez pinos (Manal)
06- La mamá de Jimmy (PorSuiGieco)
07- Masacre en el Puticlub (Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota)
08- Todos los caballos blancos (León Gieco)
09- Pato trabaja en una carnicería (Moris)
10- Azúcar amarga (Vox Dei)
11- Blues del estibador (Memphis La Blusera)
12- Gato de la calle negra (Pappo’s Blues)
13- Mejor no hablar de ciertas cosas (Sumo)
Ricardo Tapia: Voz, guitarra rítmica, acústicas de seis y doce cuerdas, armónica, flauta traversa, coros
Gustavo Ginoi, Guitarra lead
Claudio Cannavo: Bajo, coros
Juan Carlos Tordó: Batería, coros
Gastón Picazo: Teclados, piano, coros
Temas e Intérpretes Originales:
01- Post-Crucifixión (Pescado Rabioso)
02- Ritmo y blues con armónica (Vox Dei)
03- No tan distintos (Sumo)
04- Cementerio Club (Pescado Rabioso)
05- Un casa con diez pinos (Manal)
06- La mamá de Jimmy (PorSuiGieco)
07- Masacre en el Puticlub (Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota)
08- Todos los caballos blancos (León Gieco)
09- Pato trabaja en una carnicería (Moris)
10- Azúcar amarga (Vox Dei)
11- Blues del estibador (Memphis La Blusera)
12- Gato de la calle negra (Pappo’s Blues)
13- Mejor no hablar de ciertas cosas (Sumo)
Formato: FLAC - 44.100 Hz / 16 Bits
Muchas gracias, Paco. Abrazo.
ResponderEliminarOtro abrazo para vos!!. Gracias por comunicarte.
EliminarDiscazo!!
ResponderEliminarCoincido!!
EliminarNo soy de disfrutar versiones , es decir no esperaba mucho y la verdad es que me sorprendió. Linda selecta de canciones y gran interpretación . Ni hablar del sonido de la producción y también la calidad del ripeo. Excelente todo. Muchas gracias !
ResponderEliminarEs un grupo que ya tiene un largo recorrido y conoce profundamente la naturaleza del rock y el blues. Grandes temas, gran intérprete. Saludos!!
EliminarCuando a fines del siglo pasado y principios del presente ocurrió el boom del Blues en Argentina hicieron su aparición varias bandas cultoras de ese estilo. Una de las más destacadas fue La Mississippi Blues Band como se llamó al principio aunque luego acortaron su nombre.
ResponderEliminarSu primer disco "Mbugi" ("Endiabladamente bueno") no tiene desperdicio al igual que éste que si bien son covers (en el caso del presente) de temas famosos del Rock Nacional, no pueden desprenderse de la calidad y el profesionalismo de estos músicos.
Un aplauso para ellos y para la producción en general!.
Un saludo rosarino desde México!
Sergio
Estimado rosarino, hacía un tiempo que no se te veía por aquí, siempre bienvenido.
EliminarCoincido toalmente con tu apreciación sobre La Mississippi, hoy por hoy unos de los grupos mas longevos del rock argentino. Estos muchachos la tienen clarísima de como debe sonar una banda de rock y blues.
Un saludo del sur hacia al norte!!
Interesante selección de temas.
ResponderEliminarGracias por otra joya, al menos para mí, desconocida.
Un abrazo
Gustavo
Amigo Gustavo, yo también concí esta joya hace poco tiempo, gracias a un navegante que me recomendó escuchar la versión Post-Crucifixión. A partir de ahí descubrí el álbum y no dudé en que había que compartirlo.
EliminarUn abrazo!!